¡Alerta roja! Se acerca el verano (o al menos las temperaturas que hacen que lo parezca ya) y el calor, poco a poco, inunda cada rincón del hogar. Cuando nos encontramos en este punto, ya no hay marcha atrás, igual que hacemos el cambio de armario, es momento de empezar a tomar las primeras decisiones que implican aligerar textiles y la búsqueda de sensaciones más frescas en nuestro hogar.
Pero lo que quizá no se te había pasado por la cabeza es que las alfombras también son para el verano, especialmente si eliges los materiales adecuados. Más allá de su valor decorativo, las alfombras veraniegas cumplen funciones térmicas, estéticas y prácticas. ¿No lo sabías? Sigue leyendo.
Tabla de Contenidos
- 1 ¿Por qué usar alfombras en verano?
- 1.1 1. Aportan frescura visual y táctil
- 1.2 2. Regulan la humedad ambiental
- 1.3 3. Evitan el contacto directo con suelos calientes
- 1.4 4. Crean ambientes acogedores al aire libre
- 1.5 5. Reducen el ruido ambiental
- 1.6 6. Mejoran la decoración estival
- 1.7 7. Protegen el suelo de muebles de exterior
- 1.8 8. Delimitan espacios multifuncionales
- 2 ¿Qué alfombras comprar para el verano?
- 3 Cómo cuidar tus alfombras veraniegas
¿Por qué usar alfombras en verano?
Tendemos a pensar que las alfombras son patrimonio exclusivo del invierno, como si solo sirvieran para abrigar los pies en los meses fríos. Pero esa visión es incompleta. Las alfombras, lejos de ser un accesorio estacional, también tienen mucho que ofrecer en verano. De hecho, se convierten en un recurso clave para refrescar, decorar y equilibrar el ambiente en los días más cálidos. Y las razones para ello son tan prácticas como estéticas.

1. Aportan frescura visual y táctil
Las alfombras de fibras vegetales tienen un tacto más fresco que las sintéticas o las de lana, y aportan ligereza visual. Caminar descalzo sobre ellas es un placer en los meses cálidos. ¡Pruébalo!
2. Regulan la humedad ambiental
Las fibras vegetales absorben y liberan humedad de forma natural, ayudando a mantener el equilibrio higrométrico en el hogar, algo especialmente útil en zonas con calor seco.
3. Evitan el contacto directo con suelos calientes
En terrazas o suelos de piedra, una alfombra actúa como aislante, evitando que el calor acumulado en el suelo te incomode al caminar descalzo.
4. Crean ambientes acogedores al aire libre
En patios, terrazas y balcones, las alfombras ayudan a definir zonas de descanso o comedor, aportando confort y estilo incluso en exteriores.
5. Reducen el ruido ambiental
Con las ventanas abiertas, el sonido se amplifica. Las alfombras ayudan a absorber el eco y amortiguar los ruidos, haciendo tu casa más silenciosa y agradable.
6. Mejoran la decoración estival
Con los colores adecuados, beiges, blancos, verdes suaves o estampados inspirados en el mar o la naturaleza, las alfombras se convierten en aliadas del estilo veraniego: relajado, fresco y natural.
7. Protegen el suelo de muebles de exterior
Durante el verano se mueve más mobiliario: mesas de terraza, tumbonas, sillas… Las alfombras protegen la superficie del desgaste o de rayaduras.
8. Delimitan espacios multifuncionales
En casas con espacios abiertos o zonas híbridas (salón-terraza, cocina-comedor), una alfombra puede actuar como delimitador de espacios para organizar mejor los ambientes sin necesidad de paredes.
¿Qué alfombras comprar para el verano?
1. Alfombras de fibras vegetales

Seremos claros y directos. Las alfombras de fibras vegetales son las grandes protagonistas del verano. Su origen natural y su trenzado artesanal las convierten en piezas únicas. Las más destacadas son:
- Sisal: Firme, resistente y elegante. Perfecta para entradas, pasillos o incluso zonas de sombra en exteriores. Un todoterreno. Un acierto seguro. Colócala dónde quieras y cuándo quieras.
- Yute: De tacto suave y aspecto cálido, es ideal para dormitorios o salones con poco tránsito. Aporta un aire bohemio y relajado.
- Coco: Una opción áspera al tacto, pero con una resistencia excepcional. Ideal para zonas de paso y exteriores rústicos.
- Bambú: Su acabado liso y su resistencia lo hacen ideal para terrazas, cocinas y espacios con decoración minimalista.
Estas alfombras están disponibles en tonos naturales, pero también puedes encontrarlas teñidas o combinadas con otros materiales, y con diversos estilos de trenzado que enriquecen su textura visual.
2. Alfombras sintéticas: aliadas del exterior

Si buscas resistencia extra y un mantenimiento sencillo, las fibras sintéticas son tu solución ideal:
- Polipropileno: No solo es resistente al agua, sino también a los rayos UV. Se seca rápido y es ideal para patios, jardines, terrazas e incluso piscinas.
- Vinílicas: Antibacterianas, antihongos y fáciles de limpiar. Son perfectas para cocinas de verano, baños o cualquier rincón con humedad.
La principal ventaja de estas alfombras es que resisten sin problemas la exposición al sol directo y la humedad, algo que no todas las fibras naturales pueden soportar.
Tip extra: algunas de las alfombras de esta categoría que tenemos son, además finas, lavables ¡y plegables! Por lo que en un momento dado, si la ocasión lo requiere, te las puedes llevar contigo. ¿Un pic-nic en la montaña? ¿Una merienda en el parque? ¿Una sesión de fotos especial? Mundoalfombra te la sirve, tú decides dónde colocarla y llevarla.
Cómo cuidar tus alfombras veraniegas
Elegir bien es solo el primer paso. Para conservar tus alfombras de verano como nuevas, sigue estos consejos:
- Aspirado frecuente, idealmente por ambos lados, para evitar acumulación de polvo.
- Evita derrames de líquidos y mantenlas alejadas de fuentes de humedad excesiva.
- Usa protectores bajo muebles pesados para evitar marcas o deformaciones.
- Reaplica tratamientos protectores si es de fibra natural, como barnices al agua que mantienen su elasticidad y color.
- Rota su posición de vez en cuando para que el desgaste sea uniforme.
No hay excusas. En invierno, alfombras, ¿y en verano? también. Encuentra la (s) tuya (s) en mundoalfombra.com
En portada, alfombra de exterior SAONA Atacama Coconut de nudo grueso y fibras recicladas hecha a medida